En el contexto de nuestra realidad nacional y sudamericana, con recursos limitados de inversión pública, y en un contexto global de emergencia climática que demanda un cambio de mirada urgente en el uso de los recursos, los edificios de uso y destino público deben ser capaces de reconvertirse y adaptarse constantemente a los cambios que la sociedad demanda y promueve, transformándose en oportunidades de repensar el modo en que se relacionan con la ciudad y sus habitantes.

Es el caso del proyecto del Edificio Campus Rancagua de la Universidad de O´Higgins, que se plantea desde el desafío de reconvertir y resignificar el edificio del antiguo Hospital de Rancagua, con una fuerte impronta de arquitectura sanitaria: funcional, herética y segmentada, para transformarlo en la sede fundacional de la recientemente creada universidad regional, con una imagen que sea reflejo de los valores de una educación pública contemporánea: flexible, estimulante e integradora, abierta a la comunidad y al espacio público de la Alameda Bernardo O´Higgins, a pocas cuadras de la Plaza de Armas de Rancagua.

La imagen del antiguo hospital, que operó por más de 60 años en este edificio, está fuertemente arraigada a la memoria colectiva de la ciudad, con su volumetría de 6 pisos y grandes ventanales semi-corridos, revestimientos exteriores de mosaico en gris y color azul y su emplazamiento central con acceso lateral, en un conjunto circundado por muros y rejas que no permiten la relación directa del edificio con la avenida. En su interior, los recintos de grandes ventanales y cielos altos no se perciben desde el corredor longitudinal que recorre todos los pisos dividiendo los frentes norte y sur del edificio, entre los cuales se genera un fuerte contraste: recintos norte cálidos y recintos sur fríos, separados por un eje de circulaciones oscuro y muy largo, que no invita al recorrido.

Se definen 6 estrategias de intervención, jerarquizadas por un presupuesto ajustado pero exigente en el cumplimiento de estándares de confort ambiental, para la transformación del edificio:

1.Construir un atrio cubierto de escala urbana:

Se demuelen los muros y rejas perimetrales, generando una gran plaza pública de acceso que proyecte la imagen de la nueva Universidad sobre la Alameda, transformando el antiguo patio sur enrejado en un atrio cubierto de escala urbana, una plaza de encuentro y representación cultural que abra sus puertas a la ciudad y a través de la cual todos los usuarios accedan al Hall de Extensión y, desde éste, a los programas de uso publico que se disponen en el primer piso del edificio (auditorios, aulas y casino), así como a la Biblioteca que se toma todo el segundo piso, abaldonándose al atrio de doble altura.

2. Recuperar el antiguo hall:

Se libera completamente el hall del antiguo hospital, que estaba completamente fragmentado por una serie de divisiones no estructurales, recuperando su espacialidad de gran altura, rescatando las columnas con revestimiento de mosaico de color amarillo como únicos elementos estructurales y el gran ventanal abierto al patio sur, que se transforma en el espacio natural de acceso, central y democrático, desde el nuevo atrio cubierto.

3. Permear el interior:

Se proyectan perforaciones y demoliciones parciales de losas y muros para integrar espacialmente todos los niveles del edificio en un nuevo sistema de escaleras y halles que lo recorren diagonalmente, estimulando la interacción visual y física de la comunidad en sus distintos niveles.

Esta perforación diagonal se dispuso al norte del edificio, buscando permear la iluminación natural y radiación solar hacia el centro de la planta, lo que permite disminuir la demanda de energía para calefacción y equilibrar el confort térmico en forma pasiva.

4. Jerarquizar el programa:

Se estudió la distribución del programa arquitectónico según el flujo de usuarios. Es así como los recintos con mayor carga de uso se ubicaron en el primer piso, entorno al hall de extensión cultural, y en el segundo piso que se habilita como Biblioteca Central, ubicando las aulas de clases, salas de estudio y oficinas en los pisos superiores y concentrando los laboratorios, que requieren mayor relación con áreas de carga y descarga, en el piso zócalo del edificio.

5. Flexibilizar el uso:

Debido a la buena calidad estructural de la obra gruesa preexistente, su rigurosa modulación de 8x8mts y una altura de 3,6mts entre pisos, las intervenciones no requirieron mayores refuerzos estructurales, siendo ligeras en su mayoría, lo que permitió optimizar el uso de los grandes recintos existentes y generar espacios flexibles, unibles y adaptables en el tiempo.

6. Construir por etapas: 

Se debía programar la intervención del edificio en etapas a ejecutar en un período de 3 años, de manera escalonada y permitiendo el uso del edificio desde el primer momento.

isométricas, plantas y elevaciones

ESPECIALISTAS
PROYECTO CÁLCULO | Claudio Hinojosa T.
PROYECTO ELÉCTRICO | MVQ  Ingenieria Ltda.
PROYECTO SANITARIO | TEFRA Ingenieria Sanitaria
PROYECTO CLIMA | IPC Ingenieria
PROYECTO ILUMINACIÓN | MVQ  Ingenieria Ltda.
PROYECTO PAISAJISMO | MPdA Paisajismo
CES / EFICIENCIA ENERGÉTICA | Efizity
PROYECTO SEÑALÉTICA | Santabuzzo Diseño